Ariel Blumenkranc se incorporó a Advent en 2012 y actualmente es Managing Director. Asesora inversiones en los sectores de servicios empresariales y financieros, salud y tecnología. Además, es miembro del Comité Global de Diversidad, Equidad e Inclusión de Advent. A lo largo de su carrera, ha asesorado en diez inversiones, ocho de ellas en Advent.
Antes de su llegada a Advent, Ariel trabajó en la división de banca de inversión de Morgan Stanley en Nueva York, donde cubría instituciones financieras en América Latina. También fue consultor en McKinsey & Company trabajando en diversos sectores en América Latina y España.
Ariel es licenciado en Economía de la Empresa por la Universidad Torcuato Di Tella, donde se graduó como valedictorian de su clase y cuenta con un MBA de Harvard Business School.
¿Cómo identificas empresas atractivas?
La clave está en una profunda especialización sectorial. La escala y la presencia global de Advent nos permiten obtener información valiosa sobre los planes y objetivos de crecimiento de los principales jugadores estratégicos dentro de nuestros sectores de interés. Así, cuando evaluamos una oportunidad de inversión, consideramos estos puntos y determinamos qué empresa adquirir y cuál debería ser el plan de creación de valor.
¿Cómo te ayuda la red global de colegas en Advent a tener éxito?
Los rituales y cultura dentro de Advent fomentan que las mejores ideas de inversión y el pensamiento estratégico fluyan de forma natural. Por ejemplo, tenemos llamadas regionales a nivel sectorial cada dos semanas, y una vez al mes también participamos en una llamada global. Uno escucha lo que ocurre en Shanghái, San Pablo, Londres, Madrid, Nueva York, Boston, Palo Alto, etc. Descubrimos subsectores que estén creciendo aceleradamente en otras regiones y que podrían ser atractivos en América Latina o México en los próximos años. Por ejemplo, los nutracéuticos son un segmento de rápido crecimiento y muy valorado por los jugadores estratégicos, y quizás no lo hayamos analizado aún en México, así que nos informamos más sobre el subsector, construimos una tesis. Luego buscamos empresas interesantes y construimos relaciones para poder hacer inversiones en el futuro. Es muy útil para la generación ideas.
¿Qué consejo le daría a alguien nuevo en Advent?
Varias cualidades ayudan a tener éxito en Advent. Una de los más importantes es tener mentalidad de dueño: pensar en una empresa como si fuera propia. Se necesita rigor analítico y ser capaz de entender los problemas a fondo para desarrollar puntos de vista claros y concisos. Además, es importante ser abierto y transparente en la comunicación. A través del trabajo duro y la observación, se pueden mejorar estas habilidades. Si lo consigues, las chances de éxito dentro de Advent son mayores.
¿Cuándo decidió por primera vez que quería dedicarse a este negocio?
Tenía veinte años y Private Equity no era una rama tan conocida en América Latina. Lo descubrí a través de un amigo dos o tres años después de entrar en McKinsey. Él estaba haciendo su MBA y me llamó para compartir que Private Equity era una combinación de finanzas, operaciones y estrategia, y pensó que sería un buen profesional en el sector. Empecé a investigar y me atrajo la idea de desempeñar un papel similar al de un empresario y poder impactar en muchas industrias y geografías. En Private Equity, se puede hacer eso sin perder de vista el espíritu empresarial: se buscan ideas interesantes y se ejecuta la creación de valor.
¿Qué le mantiene ocupado fuera de la oficina?
Me gusta viajar con mi familia, tanto a ciudades como a la naturaleza. Para mí, es un privilegio viajar con mis hijos en sus primeros años de vida. Nos gusta hacer senderismo, andar en bicicleta y cualquier otra actividad que nos conecte con la naturaleza.
1. Miembro del Consejo Asesor de Neoris.